viernes, 18 de diciembre de 2015

Las navidades más tristes

Hola mundo, éste blog pretende ser más profesional, pero una que otra vez abriré un poco mi personalidad para que se identifiquen. Todos hemos pasado navidades muy tristes, contaré mi testimonio para que sepan que no son los únicos.

Navidad 2002
Corría el año 2002, cuando sucedió una gran y enorme tragedia en la ciudad donde residía. Recuerdo que nos levantamos temprano para hacer las últimas compras navideñas como el pavo, las verduras, el vino, la sidra y las uvas. Nos levantamos mi madre, mi hermano y yo con toda la actitud de pasarla muy bien, estábamos felices por las compras. Nos fuimos al centro que estaba infestado de gente, recuerdo yo quería comprar un cinturón horrible que estaba muy de moda en esas épocas, pero mi hermano lo impidió haciendo berrinche y manifestando que tenía hambre. Fue muy insistente y mi mamá accedió a atender su necesidad. Nos fuimos a un restaurante céntrico y al llegar, vimos como salía humareda de las calles y vimos gente corriendo y gritando, el dueño del local bajaba la cortina de acero y nos pedía calma, la gente se asustó y mi mamá nos agarró a mi hermano y a mi y con la cortina de acero a la mitad nos salimos corriendo también, avanzamos 4 cuadras y a lo lejos vimos una enorme llamarada de fuego con una nube gigantesca de humo negro que abarcaba como 4 cuadras, nos resguardamos en una casa de un familiar en el centro, ahí sólo eran rumores, pues unos decían que había explotado un local, otros decían que era un atentado, otros decían que el humo llegaba hasta varios kilómetros, y todo eran rumores, y nos fuimos en taxi a la casa. En el taxi veníamos escuchando en el radio que una parte del centro explotó debido a los cohetes que vendían ahí, el ambiente era tenso, pues se veía al taxista conmovido, mi madre nerviosa, mi hermano llorando y yo asustada. Llegamos a casa súper tristes, mi papá llegó a la casa y dijo que parecía velorio. No compramos la cena, pues la explosión nos agarró a las 4 de la tarde y fue justamente donde iba a adquirir mi cinturón, de no haber sido así no estaría escribiendo en éste blog. En vez de estar cenando contentos, prendimos el televisor donde decían que habían decenas de calcinados, pasaban imágenes de niños calcinados, madres desesperadas buscando a sus hijos, esposos llorando que no encontraban a sus mujeres, hijos al borde de la crisis nerviosa por no encontrar a sus padres en la zona del siniestro, y eso creó un ambiente de tristeza y desolación. Recuerdo que sólo bebí un vaso con agua y me quedé pensando en toda la gente que animada por pasar la navidad pensando que regresarían sanos y salvos a hacer la fiesta, habían regresado sin sus familiares o ya no habían vuelto. A las 10:30 nos fuimos todos a dormir muy desolados, y así fue con muchísimas familias de mi ciudad, que sin haber perdido a alguien en el lugar del accidente, se iban a la cama desconsolados por la empatía hacia aquellos que sí habían perdido a alguien.


Navidad 1998
Fue triste porque por esa fecha me enteré de la verdad de Santa Claus y los reyes magos. Iba yo en sexto grado y ya la navidad había perdido su magia totalmente. Fue ahí cuando perdí la inocencia. Vi el árbol y sabía que ya no habían más juguetes para mi, pues ya sabía toda la verdad.

Navidad 2010
Fue la más desoladora de todas, en esa fecha mi madre ya se había marchado de la casa por motivos que no debo exponer en éste espacio, y fue tan horrible sentarnos mi papá, mi hermano y yo en la mesa, sin ella, que cenamos todos callados, con la cabeza abajo y sin decir una sola palabra, mientras yo sentía que el alma se me hacía añicos. Lo peor fue presenciar como los vecinos tenían casa llena y nosotros parecíamos estar en un velorio.


¿Y las más felices? Sin duda alguna, todas las demás navidades fueron sumamente hermosas y llenas de magia, luego contaré cuál de todas ellas fueron las mejores.

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